viernes, 10 de junio de 2011

Indio Borracho

Un indio va a un bar del oeste americano. Se le acerca el barman a preguntarle que quiere y este le dice:
- Indio fuerte querer bebida fuerte.
El barman le pasa un whisky de patata que podria matar a un caballo, pero el indio se queda igual y se va.
Vuelve al dia siguiente y dice:
- Bebida de ayer bebida de niños, indio fuerte querer bebida fuerte.
El camarero se le queda mirando asombrado y le prepara un coctel con el mismo whisky matarratas y aguardiente mejicano concentrado.
- Tome, ahi tiene algo fuerte.
El indio se lo toma y se va. Vuelve al dia siguiente y dice:
- Lo de ayer no ser fuerte. Indio fuerte querer bebida fuerte.
Desesperado, el barman decide darle algo fuerte de verdad: mezcla vodka, aguardiente, alcohol, polvora, pimienta, guindillas de Albacete, un poco de lejia y un poco de pure de alubias que le quedaba de la semana anterior. Se lo da al indio y le dice:
- Esto solo es para hombres fuertes.
El indio se va y el barman se queda riendo entre dientes.
Vuelve el indio al dia siguiente y el barman, asombrado de verlo todavia vivo le
pregunta:
- Que tal?
- Muy bien, indio fuerte y bebida fuerte. Hoy solo caminar mucho, ayer tirar pedo y quemar caballo!!

Borracho Culto

 Un político, que estaba en plena campaña, llegó a un pueblo del  interior, se paró sobre un cajón e inició su discurso:
-¡Compatriotas, compañeros, amigos! Nos encontramos  aquí convocados,  reunidos o arrejuntados, para debatir, tratar  o discutir un tópico,  tema o asunto trascendente, importante o de vida o muerte. El tópico, tema o asunto que hoy nos convoca, reúne o arrejunta..., es  mi postulación, aspiración o candidatura al Ayuntamiento de este municipio...


 De pronto una persona del público interrumpe, pide la palabra y le pregunta al candidato:
- ¿Por qué utiliza usted tres palabras para decir lo mismo?

- Pues mire, caballero: la primera palabra es para las personas con un  nivel cultural muy alto, como poetas, escritores, filósofos, etc. La segunda es para personas con un nivel cultural medio, como usted y la mayoría de los que están aquí hoy. Y la tercera palabra es para las  personas que tienen un nivel cultural bajo como por ejemplo, ese borracho que está allí, tirado en la esquina.

........De inmediato, el borracho, se levanta y le dice:
- Un momento..! Postulante, aspirante o candidato... ¡hic! El hecho, circunstancia o razón de que me encuentre en un estado etílico,  borracho o vuelto mierda... hic! no implica, significa, o quiere decir,  que mi nivel cultural sea ínfimo, bajo o jodido… ¡hic!. Y con todo el respeto, estima o cariño que usted se merece ¡hic!, puede ir  agrupando, reuniendo o arrejuntando. .. ¡hic!, sus bártulos, efectos o cachivaches. .. ¡hic! para encaminarse, dirigirse o irse, derechito: a molestar, fastidiar o asquear a la progenitora  de sus días, a la madre que lo llevó en su seno, o a la buscona, cortesana o ramera que lo parió, alumbro o aborto.
Mi estado indigente, menesteroso o pobre…. no denota, significa o figura falta de cultura, erudición o ilustración.
En cambio su soberbia, sosería o bobería, expresa, evidencia, denota su pequeñez, insignificancia y nimiedad humana.
Un vividor, sablista, aprovechado que se nutre, sustenta y atiborra del fisco, hacienda o tesoro público. No tiene estatura, talla o alzada para agraviar, ultrajar, insultar, injuriar, faltar, difamar, zaherir o deshonrar a un borracho, ebrio, dipsómano, beodo, achispado, ajumado, curdo o pedo como yo.
Es todo... de mi parte puede ir usted a importunar, chingar o molestar a sus familiares, parientes o afines....

¡¡ QUE ARRECHA, DERECHA Y GARRUCHA ES NUESTRA LENGUA, IDIOMA O DIALECTO CASTELLANO!!

miércoles, 1 de junio de 2011

5 estrategias para afrontar los problemas de conducta de tus hijos

Autor: Jenny Guerra Hernández

En una sociedad en la que se busca la autosatisfacción instantánea, cada vez es más común que los niños, niñas y jóvenes manifiesten problemas de conducta debido principalmente a su falta de habilidades para manejar la frustración. Pero existen técnicas muy efectivas para modificar el comportamiento inadecuado por medio de la disciplina positiva y en este artículo, aprenderás cinco estrategias muy útiles para ello.

Primero: decide cuál es la primera conducta que quieres modificar
Los padres suelen hablar de forma atropellada acerca de los interminables problemas de comportamiento de sus hijos. Sin embargo, cuando les pides que te aclaren de forma concreta cuáles son aquellas conductas que realmente les preocupan, pocos saben contestar a la pregunta.
Para conseguir modificar la conducta de tu hijo dedícate a observarlo por una semana y escribe en un papel cuáles son las 5 conductas que más se repiten. Puedes aplicarlas estrategias que se nombran en este artículo para modificar la primera de ellas y luego, repetir el proceso con las 4 siguientes.
Segundo: escoge la respuesta que vas a tener frente a la conducta indeseada
Cuando se trata de mejorar el comportamiento de un niño, es necesario que todo esté bien planificado. Por ello, debes elegir de qué manera vas a reaccionar a la conducta indeseada cuando esta se presente.
En la medida de lo posible, elige respuestas basadas en la disciplina positiva, es decir, que ayuden al niño a ser mejor persona, no peor.
Tercero: aplica la respuesta de forma dulce y consistente
Cada vez que tu hijo emita el comportamiento inadecuado, responde con paciencia y sin acritud de forma sistemática. Por ejemplo, si has elegido modificar la conducta de no hacer los deberes, cada vez que el niño traiga una nota de la profesora, pídele que escriba otra nota a ésta explicándole por qué no realizó la tarea y fírmala con algo parecido a esto: “como verá, señorita, estamos trabajando en ello”.
Por favor, no te regocijes en los errores que comete tu hijo y responde siempre con dulzura y comprensión, pero con firmeza, dejándole claro quién es el adulto.
Cuarto: hazle saber que estás para ayudarle a desarrollarse como ser humano
En muchas ocasiones, son los mismos hijos los que desean modificar el comportamiento y se autocastigan cuando observan que cometen los mismos errores una y otra vez. Otros niños, se ilusionan cuando ven que son capaces de actuar de forma apropiada y se decepcionan cuando vuelven a “equivocarse”.
Tanto en el primer caso, como en el segundo, es importante que le hagas saber que tú no puedes cambiar su conducta con una varita mágica, pero que sí puedes servirle de apoyo para conseguirlo.
Quinto: celebra cada conducta deseable
Celebrar no es lo mismo que premiar de forma conductista, aunque tenga un efecto parecido. Se trata de que le hagas saber a tu hijo o hija que te alegras de que se esfuerce en cambiar y que deseas expresarle tu sentimiento de orgullo por el esfuerzo que está realizando.
Entre más inesperadas sean las respuestas que des, más efectivas serán. A todos nos gusta sentirnos protagonistas y apreciar el cariño de los otros. Las emociones se contagian y en ello está la clave de tu respuesta ante las conductas apropiadas. Intenta en la medida de lo posible que estás respuestas sean siempre de tipo social como ver una película o ir a la playa.
Quizá te parezca demasiado sencillo esta receta de modificación de conducta, pero es que en realidad es algo bastante fácil. En mi consulta consigo cambiar conductas en menos de cinco minutos, simplemente “tocando las teclas que hay que tocar”.
Una cosa te garantizo, ni yo, ni ningún terapeuta conoce mejor a tu hijo o hija que tú mismo, y sin embargo, juntos, podemos conseguir mejorar su conducta. Así que ¡anímate a intentarlo!.

NO AL MALTRATO INFANTIL

NO AL MALTRATO INFANTIL
Un niño es maltratado o sufre abusos cuando su salud física y su seguridad o su bienestar psicológico se hallan en peligro por las acciones infligidas por sus padres o por las personas que tienen encomendado su cuidado. Puede producirse maltrato tanto por acción como por omisión y por negligencia. Se considera que hay cuatro tipos de maltrato. Maltrato físico es cualquier lesión causada al niño como consecuencia de golpes, tirones de pelo, patadas, pinchazos propinados de manera intencional por parte de un adulto. También están los daños causados por castigos inapropiados o desmesurados. Es difícil distinguir cuándo termina la imposición de la disciplina mediante castigos físicos "razonables" y cuándo comienza el abuso. Quien utiliza el castigo físico argumenta que lo hace como último recurso, cuando otras alternativas correctoras menos expeditivas (y que entrañan mayor esfuerzo por parte de los padres), como las explicaciones y otros castigos o amenazas menores han demostrado su ineficacia. No tiene intención de lesionar, sólo pretende corregir una conducta inadecuada. Pero, con la excepción del "pequeño azote a tiempo" (considerado por muchos padres como necesario, aunque pervive el debate social al respecto), que es disculpable sólo cuando el niño se muestra indócil a cualquier otra forma de corrección, el castigo físico es un atentado contra la dignidad y la autoestima del niño, y puede causarle graves daños emocionales.