viernes, 10 de junio de 2011

Indio Borracho

Un indio va a un bar del oeste americano. Se le acerca el barman a preguntarle que quiere y este le dice:
- Indio fuerte querer bebida fuerte.
El barman le pasa un whisky de patata que podria matar a un caballo, pero el indio se queda igual y se va.
Vuelve al dia siguiente y dice:
- Bebida de ayer bebida de niños, indio fuerte querer bebida fuerte.
El camarero se le queda mirando asombrado y le prepara un coctel con el mismo whisky matarratas y aguardiente mejicano concentrado.
- Tome, ahi tiene algo fuerte.
El indio se lo toma y se va. Vuelve al dia siguiente y dice:
- Lo de ayer no ser fuerte. Indio fuerte querer bebida fuerte.
Desesperado, el barman decide darle algo fuerte de verdad: mezcla vodka, aguardiente, alcohol, polvora, pimienta, guindillas de Albacete, un poco de lejia y un poco de pure de alubias que le quedaba de la semana anterior. Se lo da al indio y le dice:
- Esto solo es para hombres fuertes.
El indio se va y el barman se queda riendo entre dientes.
Vuelve el indio al dia siguiente y el barman, asombrado de verlo todavia vivo le
pregunta:
- Que tal?
- Muy bien, indio fuerte y bebida fuerte. Hoy solo caminar mucho, ayer tirar pedo y quemar caballo!!

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NO AL MALTRATO INFANTIL

NO AL MALTRATO INFANTIL
Un niño es maltratado o sufre abusos cuando su salud física y su seguridad o su bienestar psicológico se hallan en peligro por las acciones infligidas por sus padres o por las personas que tienen encomendado su cuidado. Puede producirse maltrato tanto por acción como por omisión y por negligencia. Se considera que hay cuatro tipos de maltrato. Maltrato físico es cualquier lesión causada al niño como consecuencia de golpes, tirones de pelo, patadas, pinchazos propinados de manera intencional por parte de un adulto. También están los daños causados por castigos inapropiados o desmesurados. Es difícil distinguir cuándo termina la imposición de la disciplina mediante castigos físicos "razonables" y cuándo comienza el abuso. Quien utiliza el castigo físico argumenta que lo hace como último recurso, cuando otras alternativas correctoras menos expeditivas (y que entrañan mayor esfuerzo por parte de los padres), como las explicaciones y otros castigos o amenazas menores han demostrado su ineficacia. No tiene intención de lesionar, sólo pretende corregir una conducta inadecuada. Pero, con la excepción del "pequeño azote a tiempo" (considerado por muchos padres como necesario, aunque pervive el debate social al respecto), que es disculpable sólo cuando el niño se muestra indócil a cualquier otra forma de corrección, el castigo físico es un atentado contra la dignidad y la autoestima del niño, y puede causarle graves daños emocionales.